El 14 de Marzo de 1928 nacía un niño en Poza de la Sal (Burgos), su nombre era Félix Rodríguez de la Fuente. Como último artículo que voy a redactar en este periódico me gustaría darle un homenaje por todo lo que ha hecho por la naturaleza.
A muy pocos alumnos les suena el nombre de Félix Rodríguez de la Fuente, aunque seguramente muchos profesores si saben quien fue. Félix Rodríguez de la Fuente fue el naturalista y el divulgador más importante de la historia de España y del mundo. Gracias a él y a su obra podemos afirmar que España cuenta con unos ecosistemas saludables y que se salvaron del colapso en el último segundo gracias a Félix. Sus documentales tuvieron tanta influencia en la población española que los gobiernos comenzaron a redactar leyes de protección a la naturaleza, llegó incluso a influir en gobiernos extranjeros.
Félix tuvo una infancia marcada siempre por la naturaleza. Debido a la guerra civil, Félix estuvo poco tiempo escolarizado y fue educado por su padre, pudo disfrutar de largas jornadas en los campos castellanos observando a la fauna del lugar. Estudió odontología por consejo de su padre, aunque finalmente durante la década de los 50 comenzó con su obra de divulgación. Destacó también en el arte de la cetrería y la etología, especialmente la del lobo.
Su mayor obra es la serie de «El Hombre y la Tierra», una serie con 800 millones de visualizaciones que estuvo centrada en la fauna ibérica. Esta serie tuvo muchísimo éxito pues Félix consiguió grabar la vida salvaje de decenas de especies animales (algunas por primera vez en la historia) con un equipo primitivo de cámaras de 35mm. Sus documentales están todavía a la altura hoy en día de los de la mismísima National Geographic que cuenta con los equipos más modernos para la grabación de la vida silvestre. Sus programas fueron el pilar para que se dejase de perseguir sistemáticamente a animales considerados alimañas como los lobos, los raposos, las rapaces… Series suyas como esta crearon en la población española una fuerte conciencia ecológica, su influencia fue decisiva en la creación de esa conciencia de defensa ambiental y conservacionista.

Fue criticado por usar animales troquelados (acostumbrados a la presencia humana). Esto es perfectamente entendible, ya que esta serie fue grabada en los años 70 y con los medios que se contaba era imposible grabar a ciertos animales en estado salvaje. Aunque sí hay que mencionar que la gran mayoría de los animales que salen en «El Hombre y la Tierra» no estaban troquelados.

Félix era un visionario. Él fue de los primeros en todo el mundo en hablar alto y claro sobre el cambio climático e hizo muchas predicciones las cuales se están cumpliendo. Su dedicación plena al mundo natural duró toda su vida, pero profesionalmente duró desde el 54 hasta su muerte en 1980. En ese periodo corto su obra fue inmensa. Destacan la colección de sus cuadernos de campo, las enciclopedias «fauna», programas de radio y televisión, donde destaca «Planeta azul». Félix murió a los 52 años en un accidente de avión mientras rodaba una carrera de perros en Alaska. Para mi, no hay duda de que ese accidente fue provocado.
Actualmente, la que sigue el legado de Félix es Odile Rodríguez de la Fuente, su hija, que dedica su vida a expandir la obra de su padre y que no caiga en el olvido.
La obra de Félix es enorme, y animo a todos los alumnos amantes de la naturaleza a que vean sus documentales y lean sobre él. Me gustaría hacer también un llamamiento a Jefatura de Estudios para que por lo menos, un día al año o al menos una hora en un día se dedique a aprender sobre la obra de una de las mejores personas que ha dado este país. Donde esté Félix Rodríguez De la Fuente, que se quiten los premios Nobel, inventores, estrategas militares, políticos… Necesitamos hoy más que nunca personas como él.
Todos los programas de «El Hombre y la Tierra» están disponibles en Youtube: